jueves, 24 de mayo de 2018

LA ESCRITURA Y LA PERSONALIDAD



LA ESCRITURA Y LA PERSONALIDAD

     La invención de la escritura hizo que la humanidad pasara de la prehistoria  al periodo histórico. Ha aportado a los hombres toda la memoria del mundo y su más vasto sistema de comunicación a través de los tiempos y del espacio.
    Los distintos códigos de comunicación (mediante el gesto, la postura, la mirada, la forma de andar, la manera de vestir, el llanto o la risa, etc. ) incluyen variadísimos mensajes, pero la escritura permite expresar con profundidad y precisión el mensaje deseado. La escritura fija y concretiza el pensamiento y, mediante ella, los distintos mensajes acaban configurándose en “radiografias gráficas", dado que adquieren un reflejo permanente y espacial.

EL ACTO DE ESCRIBIR
   
    Pero, ¿cómo se escribe? Charles Darwin fue el primero en definir el acto de escribir como “una combinación de estructuras físicas, de características psíquicas y de aprendizaje”, anticipándose así a los trabajos actuales de la Neurofisiología, Psicología Experimental y Comunicación.
      Estos trabajos perfilan progresivamente el contorno de un campo de investigaciones que son, a la vez, fundamentales y aplicadas, que van desde el estudio de los procesos mentales hasta los tratamientos informáticos de los textos en que la escritura se ha instaurado como objeto científico.
    En palabras del Dr. Joaquin Alegret, profesor, ya fallecido, en la Complutense de la Cátedra de Medicina Legal, “varias ramas del saber presentan su colaboración a un mismo fin: conocer la psique, penetrando y desentrañando los mecanismos neurocerebrales. Entre ellas, menos conocida o mal conocida, la Grafología aporta igualmente los resultados de su investigación.
    Naturalmente, nos referimos a la Grafología Científica, aquella que parte de unas leyes objetivas, por consiguiente ciertas, demostradas experimentalmente sobre la interpretación del movimiento escritural” Por tanto, el análisis de la escritura no se apoya en creencias ni en una fe incuestionable, sino en ciencia experimental.
    Así pues, podemos convenir en que la Grafología es la ciencia experimental que, a partir de la expresión gráfica natural del que escribe, revela la personalidad psicofísica con los componentes intelectivos, tendencias temperamentales, aptitudes profesionales, constitución somática y predisposiciones morbosas, congénitas y activas.

PROYECCIÓN GRÀFICA
   
    “Escribir es una proyección gráfica de los condicionamientos o informaciones cerebrales que las neuronas motoras se encargan de plasmar por medio de quinientos músculos efectores, desde la articulación del hombro hasta los dedos de la mano. Todo movimiento traducido en los trazos, rasgos y espacios del grafismo corresponde a estados mentales ubicados en el complejo mundo neuronal. Por eso, la escritura es proyección de la personalidad”, afirma Alegret.
    Y, por eso, se ha conseguido convertir en una realidad científica, hoy universalmente admitida, y con múltiples aplicaciones profesionales. Así pues, el lenguaje escrito debe considerarse como una expresión gráfica de toda la personalidad somato-psíquica y como un medio de investigación esencial para conocer la personalidad, tanto normal como patológica.

ESCRITURA Y SALUD
    
    Cuando un neurólogo mira el resultado de una prueba de TC craneal está viendo un mapa neural del paciente. Para un dermatólogo, la piel del paciente es también un mapa donde se refleja su sintomatología y el tratamiento que más le conviene. De igual forma, para el terapeuta-grafoanalista, la escritura manuscrita constituye un mapa mental de quien escribe, que permite detectar cuáles son las carencias de la persona, sus cualidades, qué cosas y/o situaciones le perjudican y cuáles le convienen.
    La combinación de terapeuta y grafoanalista en una sola persona hacen más efectivo el acto terapéutico, porque a la escucha terapéutica se suma el análisis de la radiografía del grafismo.
    Así pues, para este profesional la escritura manuscrita del cliente es eso, una radiografía, un mapa de su estado mental, de su carácter, estilo cognitivo. Y esa información le permite decidir el acto terapéutico más apropiado en cada caso.
    Hablamos de escritura y salud porque, para el interesado, saber que el terapeuta incluye la psicología de las letras en su arsenal terapéutico le proporciona una mayor certeza de su comprensión del problema y de las indicaciones más apropiadas (incluyendo, por supuesto, las estrictamente grafoterapéuticas) para cada situación personal, lo que tiene un efecto paliativo del dolor psicoemocional.
     



Josep Maria Infantes Torrent
Perito Calígrafo Judicial y Psicografólogo
Profesor de Grafología Científica-Judicial





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