LA ESCRITURA Y LA PERSONALIDAD
UN EJEMPLO DE POLARIDAD GRÁFICA EXTREMA
En la psicología de la escritura hay unas cuantas letras que, por su estructura gráfica, reflejan mejor ciertos rasgos caracteriológicos que otras. Es el caso de la letra “t”, que está compuesta por un trazo vertical que va de arriba abajo o, como en el ejemplo, un mismo trazo que sube y vuelve a bajar. Nunca al revés, del mismo modo que nadie da un puñetazo sobre la mesa de abajo arriba. En este movimiento (de arriba abajo) se puede observar la fuerza (o debilidad) afirmativa de la persona, una fuerza que le ayudará a afirmar su personalidad ante las dificultades propias de la vida y, en definitiva, frente al exterior. El otro rasgo constituyente de dicha letra es el trazo horizontal. Éste puede ser muy variable, y cada variante ofrece una información determinada. Pero una cosa sí es constante: siempre va de izquierda a derecha. El sentido grafopsicológico esencial de este rasgo tiene que ver con la voluntad de la persona para afrontar las dificultades en su camino hacia los objetivos que desea alcanzar. En otras palabras, su fuerza para afirmar sus propósitos, su propia persona. En definitiva, su capacidad para proyectarse.
Por supuesto, cualquier estudio grafopsicológico debe sustentarse en un análisis total de la escritura, no sólo de letras concretas. Hecha esta advertencia, veamos lo que nos dicen los dos ejemplos de abajo. Se trata de dos casos de polaridad extrema. A la izquierda tenemos una letra “t” con una barra situada en el punto más bajo y en el lado izquierdo; y a la derecha tenemos una “t” con la barra horizontal situada casi fuera del eje vertical hacia la derecha. Suponiendo una significación estadística del 100%, podemos decir que la persona autora de la “t” de la izquierda tiene una actitud de introversión ante la vida. No se siente con la fuerza suficiente para tomar decisiones. Se acobarda a la hora de enfrentarse a las dificultades. Nunca podrá liderar un grupo, puesto que no sabe cómo liderarse a sí misma. Tiene miedo y se siente insegura de su propia fuerza.
La psicología de la escritura permite elaborar una descripción del carácter de la persona y sus dificultades para desenvolverse en la vida. Ambas polaridades están presentes en todos y cada de nosotros. Lo que ocurre es que somos ciegos a una de ellas. La que se expresa en la escritura es la que expresamos en nuestra vida diaria. El ejemplo de la izquierda denota una debilidad extrema, una polaridad absolutamente ciega a la otra, que es la fuerza. El proceso psicoterapéutico debería hacer que la persona tomara conciencia del otro polo.
El de la derecha, en cambio, es todo lo contrario. Esta persona tiene una fuerza arrolladora, y no duda en utilizar los recursos que sean necesarios para alcanzar sus objetivos. Da la impresión de ser incansable. Se recupera fácilmente de los contratiempos, que incluso constituyen un aliciente para seguir adelante. Tiene mucha seguridad en sí misma. Le gustan los retos y los desafíos. Su autoconciencia la convierte en una persona muy capacitada para liderar grupos. La polaridad a la que es ciega es en este caso la que tiene que ver con la ausencia de competitividad, la emoción y la ternura. Este ejemplo se corresponde claramente con el Nº 8 del Eneagrama, que equivale al PC (Padre Crítico) del Análisis Transaccional.
PSICOLOGÍA DE LA ESCRITURA
Y
TERAPIA GESTALT
627 59 77 14 - 93 265 78 18
info@gabinete-pericial.com
www.gabinete-pericial.com
es.linkedin.com/pub/josep-mª-infantes-i-torrent/95/a72/19/
Y
TERAPIA GESTALT
627 59 77 14 - 93 265 78 18
info@gabinete-pericial.com
www.gabinete-pericial.com
es.linkedin.com/pub/josep-mª-infantes-i-torrent/95/a72/19/
No hay comentarios:
Publicar un comentario